"Mi relación con mi esposo, emocionalmente, se sentía tan superficial y solitaria en comparación con mi conexión con la mujer", aseguró Theresa Rose.

En 2020, Theresa Rose celebró el cumpleaños de su marido participando en un trío con otra mujer y a las semanas lo dejó por ella. Su decisión generó un gran rechazo en su entorno, una familia conservadora de Óregon, Estados Unidos.

Rose, de 36 años, contó a The Post: "Al experimentar esa interacción íntima con una mujer por primera vez, la profundidad física y emocional fue [tan intensa], pensé 'Oh, Dios mío, esto es lo que faltaba'".

Criada como católica en el condado de Orange, California, Rose creía que "todos los homosexuales se van al infierno". Pasó sus primeros años de vida no asumó que se le atraían famosas como la rockera Pink y las actrices Megan Fox, Carmen Electra y Jessica Alba.

"Después de estar con esa mujer, me dije a mí misma: 'Por eso he sido tan infeliz en mi matrimonio'", dijo Rose y agregó: “Mi relación con mi esposo, emocionalmente, se sentía tan superficial y solitaria en comparación con mi conexión con la mujer”.

Según la investigadora de fluidez sexual Lisa Diamond, el despertar tardío de Rose a su inclinación hacia el mismo sexo no es raro. “Muchas mujeres tienen una capacidad más amplia para diversas formas de deseo sexual (para múltiples parejas, para parejas del mismo género, etc.) de lo que podrían ser conscientes”, explicó.

Diamond aseguró que cuando las mujeres que se identifican como heterosexuales alcanzan un estancamiento en sus matrimonios, se encuentran con hitos o enfermedades que les cambian la vida, o se quedan con el nido vacío, es más probable que se vuelvan más "en contacto" con sus curiosidades sexuales previamente inexploradas. .

“No es que estas mujeres de repente se vuelvan homosexuales o bisexuales”, dijo Diamond. “Es posible que siempre hayan tenido la capacidad de tener relaciones entre personas del mismo género, pero es posible que nunca hayan tenido la oportunidad de siquiera preguntarse si esta era una posibilidad para ellos”.

La psicóloga clínica Sheryl Kingsberg le dijo a The Post que es probable que haya "bases tanto psicológicas como biológicas" en algunas mujeres que finalmente despierten un "cambio" interno hacia el deseo de una pareja del mismo sexo.

“Se desconocen los fundamentos biológicos”, dijo Kingsberg, jefe de medicina del comportamiento en el Centro Médico de los Hospitales Universitarios de Cleveland. “Tal vez sea hormonal o tal vez sea neuroendocrino, que es un cambio epigenético en la química del cerebro que se basa en las hormonas”, continuó. “Pero ciertamente es un cambio”.

Rose contó que: “Después de que le dije a mi esposo sobre mis sentimientos después de mi experiencia con la mujer, se puso muy desagradable”, dijo. “Me reveló ante mis padres muy conservadores, nuestros amigos mutuos y nuestro grupo de estudio bíblico”.

Por su elección, sus padres decidieron distanciarse de Rose y la sacaron su testamento. Ella contó que a raíz de su salida no consentida, Rose compró un arma y contempló el suicidio. Justo antes de concretarlo comenzó a salir con una mujer llamada Jacqui, a quien atribuye haberle salvado la vida.

Se mudaron juntos a Portland, Oregón, para criar a los dos hijos pequeños de Rose.