El uso excesivo del smartphone puede llegar a crear dependencia y adicción. ¿Cuáles son los síntomas de esta patología? ¿Quiénes son más susceptibles a padecerla?
La caída mundial de WhatsApp, Facebook e Instagram dejó en evidencia la relevancia que cobraron las redes sociales en los últimos años. A la par de produjo un crecimiento exponencial del uso de celulares y otros dispositivos, al punto que se convirtieron en una especia extensión del cuerpo humano. Sin embargo, un uso excesivo y no racional puede ocasionar problemas de dependencia, adicción y miedo.
¿Qué es la nomofobia? Significa non-mobile-phone-phobia y es como se comoce al miedo o ansiedad extrema que sufre una persona cuando permanece durante un período de tiempo sin poder usar su smarphone o conectar a intenet. Ya sea por por no tenerlo al alcance, se haya terminado la bateria, agotar el plan de datos o la imposibilidad de conectarse a una red wifi.
¿Cuáles son las causas de la nomofobia?
Se puede producir por una dependencia absoluta de los demás, pues el celular es una manera de estar conectado. En estos casos, se desprendería de un problema de autoestima y de relación. De hecho, la inseguridad personal es el factor más común que causa nomofobia.
La idea de perfeccionismo es otra de las razones por las que aparecen estos casos, ya que en estas personas existe una necesidad de hacerlo todo sin ningún fallo.
“Mi vida circula alrededor de satisfacer al otro, así que, si me llaman y no tengo la posibilidad de estar conectado, me siento solo. Aparece el miedo a decepcionar a los demás”, sostuvo el psicólogo Antonio de Dios, en diálogo con EFE.
En la actualidad, la hipótesis más extendida para analizar este problema propone que el miedo puede ocurrir por cuatro factores principales: imposibilidad para comunicarse con otros, pérdida de conexión, incapacidad de acceder a la información y renuncia a la comodidad.
Por ejemplo, un comportamiento nomofóbico sería el de una persona que se olvidó su teléfono en casa al salir a la calle y, al darse cuenta, comienza a agobiarse, sentir miedo o paralización. Si la razón es que no puede comunicarse instantáneamente con otros o no saber si alguien está intentando comunicarse con él o ella, deberá analizar si se trata de un comportamiento relacionado con la nomofobia.
A diferencia de la dependencia, la nomofobia puede concebirse como un miedo más extremo que termina por entorpecer y dificultar la vida diaria de la persona, especialmente cuando no puede hacer uso instantáneo del celular.
Existen varios estudios que muestran que un porcentaje significativo de personas procedentes de diferentes colectivos (estudiantes de distintas etapas educativas preuniversitarias, magisterio, enfermería, médicos, etc.) padecen este problema.
Según un estudio de la Universidad de Heidelberg, Alemania, la dependencia al celular ocasiona cambios en la materia gris de la corteza cerebral.
Los especialistas llegaron a dicha conclusión tras realizar tomografías por resonancia magnética a 48 personas, de las cuales 22 presentaban adicción al teléfono inteligente, que deriva de la nomofobia.
El estudio detectó cambios físicos en el cerebro que alteran su forma y tamaño, causando disminución de la actividad por la pérdida de la materia gris en la ínsula, ligada a la autoconciencia, así como en la corteza temporal.
“Dado su uso generalizado y su creciente popularidad, el presente estudio cuestiona la inocuidad de los teléfonos inteligentes, al menos en las personas que pueden estar en mayor riesgo de desarrollar comportamientos adictivos relacionados con los teléfonos inteligentes", estableció la investigación publicado en la revista Addictive Behaviors.
Asimismo, en una revisión de estudios reciente se muestra que la nomofobia afecta negativamente a la personalidad del individuo, la autoestima, la ansiedad, el estrés y el rendimiento académico. Además, puede generar otros problemas de salud física y mental.
¿Cuáles son los síntomas?
* Sensación de ansiedad
* Taquicardias
* Pensamientos obsesivos
* Dolor de cabeza
* Dolor de estómago
¿Quiénes son más susceptibles?
Hay varias variables a tener en cuenta. Entre ellas destacan la sensibilidad interpersonal, el comportamiento obsesivo compulsivo y la cantidad de horas diarias dedicadas a usar el teléfono móvil.
Por otro lado, la edad (es especialmente frecuente en los adolescentes) y los malos hábitos de vida, como una dieta no equilibrada o falta de horas de sueño, son factores que también inciden en el desarrollo de esta fobia.
Y si bien se precisa de mayor investigación que estudie este fenómeno, ya se sitúa como una de las patologías más comunes nacidas tras la revolución digital de los últimos tiempos.
Consejos
* Dejar en el teléfono solo las funciones esenciales, desinstalando las aplicaciones de redes sociales y otras que no sean necesarias para el trabajo, el estudio o las relaciones interpersonales.
* Implementar horarios limitados de uso y, de ser posible, no tenerlo todo el tiempo encima o al lado.
* Apagarlo durante la noche y dejarlo en otra habitación, alejado de la cama.
* Utilizar solo un dispositivo.
* Comprometerse a apagarlo en la mesa, en reuniones sociales o familiares.
* En caso de no poder controlar el uso compulsivo del celular, se recomienda la consulta con un médico.
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