Fernando Iglesias y Waldo Wolff representan lo peor del machismo de la política nacional y con mensajes misóginos pretenden hacerse los graciosos. Uno de ellos va en la lista con Vidal, por pedido de Macri

Alguna vez César Luis Menotti dijo que que a José Luis Chilavert había que pasearlo por los colegios para que los chicos vean como era el hombre hace 40 mil años. La misma frase se podría aplicar para los diputados Fernando Iglesias y Waldo Wolff, quienes hacen gala de una cobardía misógina que es digna de estudio.

Son iguales pero se presentan diferente
El diputado Iglesias se presenta como un primate, tal cual es, quizás de una manera más honesta: es misógino y machirulo y no tiene problemas en ocultarlo, lo transmite en cada paso de su vida.

En cambio, Wolff se presenta como un conciliador, con un discurso duro pero disfrazado de educado, se enoja como un chico si le hacen chistes con su apellido (salsa wolf y cosas así) pero no tiene problemas en degradar a las mujeres por las redes sociales en forma de "chiste".

De todos modos, son iguales, representan los mismos intereses y son igual de machirulos, desprecian a las mujeres, sobre todo a las que son bellas y piensan. Y en las redes sociales se hacen los graciosos.

Para Wolff e Iglesias las mujeres que se reúnen con hombres de poder lo hacen para "arrodillarse". Así piensan y así lo expresan. Nunca escribieron que un hombre se arrodilla ante un Presidente. Quizás habría que revisar qué sucedió con ellos cuando se reunían con Mauricio Macri.

En estas elecciones Fernando Iglesias irá como candidato en la lista de María Eugenia Vidal, quien por estas horas destacó a quienes las acompañan, entre ellos el diputado misógino y machista.