Según reveló un estudio, en la cuarentena aumentó un 25% la disposición de probar cosas nuevas en la vida sexual. Se trata de una alternativa que se compone de relatos eróticos parecidos a las narrativas de los vídeos para adultos.

A partir de la implementación obligatoria del aislamiento social por la pandemia de coronavirus en todo el mundo, las personas acudieron a distintas experiencias de sexo "online": desde el ya conocido "sexting", hasta audios porno o narraciones eróticas.

Un estudio llamado ‘Sex Trends 2021’ que fue realizado por Wow Tech, empresa especializada en la comercialización de productos de placer íntimo, revela que los audios porno son una de las nuevas tendencias de sexo que se impuso durante la pandemia de covid-19 y seguirá de moda durante este año.

“Hay mucho por hacer en la industria del porno, los proveedores de audios eróticos están encantados con su creciente popularidad, especialmente entre las mujeres”, aseguran en el informe.

La empresa, que cuenta con un panel de probadores internacional de casi 17.000 personas que proporciona opiniones con respecto a estos temas, reveló que durante la primera cuarentena hubo un aumento del 25% en la disposición de las personas de probar cosas nuevas en su vida sexual.

Se trata de una alternativa novedosa que se constituye de relatos eróticos que se asemejan a las narrativas de los vídeos porno, efectos de voces masculinas y femeninas y sonidos sexuales como gemidos, palmadas, entre otros.

Mediante la audición, las personas pueden hacer realidad sus fantasías. De hecho, cada creador se especializa en tener un relato personalizado con ritmo propio.

“Ya sea con tus propias manos o con la ayuda de un juguete, los audios eróticos estimulan la fantasía de los oyentes”, indican en WowTech.

Quinn es uno de los proveedores más conocidos y exitosos de audios porno en los últimos meses. Otro de ellos, Femtasy, realizó una encuesta reciente que demostró que dos tercios de las mujeres entrevistadas no siente que las películas eróticas convencionales les despierten el deseo tanto como escuchar relatos eróticos.